El ksar El Khorbat Oujdid

 

La palabra ksar o alcázar posee un sentido muy amplio. Puede referirse a cualquier tipo de fortaleza, palacio, granero o campamento militar, en función del país o de la región donde se encuentre.

En el sur de Marruecos, un ksar es un pueblo rodeado de murallas, hecho de tierra cruda, con una o varias entradas monumentales y con un mínimo de infraestructuras comunitarias: la mezquita, los baños, la escuela coránica, la plaza pública y a veces una posada.

En los valles presaháricos, entre los ríos Draâ y Ziz, había hacia 1920 un millar de alcázares. Hoy más de la mitad han desaparecido o se hallan en ruinas, pero todavía quedan otros total o parcialmente habitados. Constituyen un patrimonio histórico y artístico de primer orden, que no se ha comenzado a salvaguardar hasta los últimos años del siglo XX.

El nombre El Khorbat (pronunciar El Jorbat, en árabe significa “las ruinas”) hace pensar que sus fundadores fueron árabes Beni Maaquil que se establecieron en la región hacia el siglo XIV o XV. Una parte de la población se componía asimismo de labradores de piel oscura conocidos como Ikabliin.

A principios del siglo XIX el alcázar antiguo de El Khorbat (Akedim) fue ocupado por beréberes Ait Atá, que expulsaron a los árabes pero aceptaron la convivencia de los Ikabliin para que siguieran labrando los campos que ahora ellos habían conquistado. Más tarde ampliaron el pueblo, construyendo una nueva muralla.

Hacia el 1860 otra tribu berébere originaria del valle del Dades, los Ait Merghad, echó a los Ait Atá de El Khorbat y construyó un segundo alcázar llamado Oujdid, que se convirtió en su capital política. En El Khorbat residía el caíd o jefe de la tribu, reconocido por el sultán de Marruecos.

Este protagonismo político del ksar El Khorbat se mantuvo hasta la llegada del protectorado francés en 1934. Con posterioridad a esta fecha, las autoridades francesas edificaron su Bureau d’Affaires Indigènes unos cinco kilómetros más al este, en lo que había de ser la futura Tinejdad, y trasladaron allí la administración del oasis.

El alcázar El Khorbat Oujdid presenta un plano rectangular muy regular, atravesado de punta a punta por una calle central. Las puertas de las casas se distribuyen en 8 callejones perpendiculares a esta calle con la sola excepción de la mansión del caíd, que se abre directamente a la misma. 
 

Una sola entrada monumental permitía en principio el acceso al interior del ksar. Esta entrada tiene forma de arco y está decorada con sencillez. Hay asimismo dos torres de vigilancia a los dos lados de la entrada, cuatro en las esquinas, una en un lateral de la muralla y dos detrás, sumando un total de 9 torres. Una plaza pública donde se sitúa la mezquita comunica la entrada con la calle central.

Tanto esta calle como la mayor parte de los callejones quedan cubiertos por el primer piso de las viviendas. Los cruces, que no lo están, se convierten así en pozos de luz que dan al conjunto un aire misterioso y atractivo.

Las casas tienen de 3 a 4 niveles de altura, lo que representa de 10 a 14 metros. Su superficie oscila entre los 30 y los 200 m2 por planta. Los bajos, el primer piso y a menudo también el segundo piso están construidos en tapial de 50 cm. de grosor, mientras que el tercer piso es de adobes con un grosor de unos 30 cm.

La muralla alcanza los 100 cm. de grosor hasta una altura de 4 metros y continúa luego con 50 cm. hasta un total de 9 a 12 m. Un elevado número de casas están unidas a la muralla.

Las puertas tradicionales están hechas de madera de palmera. Algunas ventanas también son de madera, pero otras tienen rejas de hierro forjado. La decoración exterior ocupa la parte más alta de los edificios y se compone de dibujos geométricos hechos con adobes. Los parapetos que rodean las terrazas están coronados con almenas triangulares escalonadas.

Últimamente se han abierto nuevos accesos a las casas a través de la muralla, algunos de ellos con puertas de hierro. Un alminar de hormigón armado ha sido construido asimismo sobre la mezquita, pero ha sido recubierto con tierra y paja para asimilarlo visualmente al conjunto.

Fuente: http://www.elkhorbat.com/

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