Noches de Ramadán

Las noches de Ramadán son siempre mágicas, especiales. A las 19:20 más o menos…se oye por todo Marrakech una sirena parecida a la de los bomberos seguida de una llamada de los Muazzines al F’Tour o Iftar, que marca la rotura del ayuno diario. En ese momento, cualquier actividad en la ciudad queda paralizada. Y todo el mundo que no ha podido ir a casa para estar con su familia, comienza comer en dónde se encuentre. Básicamente en este primer momento, es una comida frugal. Unos pocos dátiles, y agua o zumos para acostumbrar al cuerpo al alimento. Después ya vendrá la cena opípara y para la cual las mujeres han estado cocinando todo el día. Se trata de una fiesta diaria, un encuentro familiar. Después, cuando todo el mundo ha comido…salen a la calle. Se lanzan literalmente a los cafés, a las terrazas, a las tiendas ( que hacen horarios especiales hasta medianoche o más allá ). Donde los marrakechíes asaltan la ciudad, paseando, buscando el fresco y reconciliándose con la vida cotidiana que abandonan durante las horas de sol. Se respira felicidad.

Hay dos momentos mágicos que intento vivirlos en la calle cada día. Los momentos previos al F’Tour…donde todo el mundo está nervioso, haciendo las últimas compras, recogiendo la tienda, con la moto, la bici, el coche a toda velocidad para llegar a casa…ese momento es de gran actividad y muy frenético. Después el momento de paz personal. Estar en medio de la calle, en medio de la Medina…y que no haya NADIE…solos algunos turistas despistados o que saben que pasa y aprovechan para andar a su ritmo. Este momento es mi regalo diariopaz en la ciudad. Una paz breve que anuncia una explosión de alegría posterior, solo dura media horapero que nadie me busque en este momento !!!

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