Lo grave de este acceso minusválido no es que el coche esté aparcado, sino que el coche está aparcado porque ¡hay una plaza pintada en ese sitio! Inaudito….si no había suficiente con el coche, además añadimos una valla.
La vida de los coches de niños y de los minusválidos en esta ciudad, es imposible.
Entre las aceras rotas, con coches y motos aparcados encima, las zanjas, los inútiles pasos cebra, los pasos de peatones con aceras de 30 cm de altura, terrazas de bares inundando literalmente el espacio y los árboles que crecen por doquier sin que nadie se digne a podarlos o simplemente trasplantarlos imposibilita una vida de peatón convencional, así que impensable para un minusválido o un simple coche de niños.
Anabel, tienes muchísima razón. Alguna vez he querido desafiar a los conductores con mi derecho a cruzar un paso de cebra con el semáfoto en verde y ha sido imposible. Aún estando el policía a pocos pasos son incapaces de parar.
Muy cierto… Nosotros hemos estado por la ciudad con bebés y niños pequeños y lo de llevarse carrito es la tontería más grande que se le pueda ocurrir a uno porque, una vez allí, no sirve para nada. Nosotros siempre los hemos llevado en la mochila por esta razón y porque la perspectiva que tienen paseando por las callejuelas abarrotadas del zoco viendo traseros en primer plano nunca me ha parecido agradable para ellos 😉
Y es por eso que los niños marroquies van en la espalda de su mamá asomando la cabecita por un lado para ver todo lo que pasa a su alrededor…cuando no van dormidos claro.