Manifestaciones en varias ciudades contra el cierre de las mezquitas durante el Ramadán, por el coronavirus

El coronavirus ha modificado muchas cosas de nuestra vida cotidiana y de nuestra libertad individual. En Marruecos, el rechazo de algunas personas a la decisión de prohibir la movilidad nocturna (por el toque de queda vigente) y las oraciones del Tarawih durante el mes de Ramadán se está convirtiendo en un pequeño descontento social. El jueves por la noche, las fuerzas de seguridad de Tánger detuvieron a decenas de personas en Bani Makada, acusadas de violar el toque de queda nocturno impuesto para limitar la propagación del nuevo coronavirus.

Los medios de comunicación locales informaron de que decenas de jóvenes y adolescentes organizaron una manifestación para protestar contra la decisión de prohibir la oración de Al Icha y el Tarawih. La misma fuente recordó que 7 personas fueron detenidas el primer día del Ramadán tras desafiar la prohibición y celebrar oraciones ante las puertas cerradas de las mezquitas. Otras fuentes afirmaron que las protestas se convirtieron en disturbios, ya que las fuerzas públicas recibieron pedradas, lo que provocó daños materiales en algunas propiedades privadas.

Las manifestaciones también afectaron a la ciudad de Ouezzane, donde las autoridades públicas intervinieron el jueves por la noche para dispersar a un grupo de personas. Estos últimos, queriendo desafiar la prohibición del Tarawih, se disponían a celebrar una oración ante la puerta de la mezquita de un barrio de la ciudad.

También hubo enfrentamientos en Safi y manifestaciones en M’Diq dónde decenas de jóvenes y adolescentes violaron el toque de queda nocturno y organizaron una manifestación en Safi, exigiendo la anulación de la decisión de prohibir los viajes nocturnos. Los medios de comunicación locales informaron de que la manifestación se convirtió en un motín durante el cual se lanzaron piedras a los miembros de la fuerza pública.

Decenas de personas en Fez también desafiaron la decisión de las autoridades y salieron a manifestarse, pero fueron dispersadas por la policía. En la noche del primer día del Ramadán, los residentes habían organizado marchas de protesta, exigiendo la reapertura de los lugares de culto en Tánger y M’Diq. Estas manifestaciones populares fueron apoyadas por varios miembros de Al Adl wal Ihsane, como Mohamed Hamdaoui, miembro del consejo de orientación, Boubker Elouenkhari, secretario general de las juventudes del movimiento y Hassan Bennajeh.

Este último dijo en su página de Facebook que “la insistencia en seguir cerrando el 80% de las mezquitas y el número insuficiente de las que están abiertas para acoger a las personas que visitan las casas de Alá durante el Ramadán confirma la impugnabilidad del argumento del cierre por razones de salud pública.” “Una medida injusta para las casas de Alá, de lo contrario todas las mezquitas se habrían abierto hace tiempo para lograr la seguridad espiritual y sanitaria“, añadió.

Fuente: Yabiladi

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